lunes, 31 de enero de 2011

Volviendo

Acabo de llegar de mis vacaciones... momento entrañable durante todo el año, momento que se espera día a día, espacio temporal destinado a olvidar los problemas diarios, aun cuando estemos en problemas y sepamos que al volver todo estará patas arriba, pero nada importa, lo esencial es salir, disfrutar y volver a sentirse uno mismo, centrado en las ideas y con el universo mismo.-
Como verán se utiliza a menudo el termino volver, volví, volveré, volveremos, volviendo, volvería, en todo momento estamos refiriéndonos al hecho de regresar queriendo o no a un estado humano o a un lugar. Quien no quiere volver al estado de paz del hogar o cuantos no quieren volver al estado en el que se encuentra el hogar y otros tantos sin hogar quisieran saber lo que es volver a este..., como sea, volví a mi pueblo natal a ver a toda mi familia para recordar y volver a sentir lo que fué, en algún momento dije "volví a mi casa" y he de decirles que en términos estrictamente legales es cierto pues tengo una casa allá, pero luego de unos días me dí cuenta que realmente lo que quería es volver a mi casa, a mi hogar, a ese espacio único donde reside mi corazón, ese domo de amor donde día a día me acompañan a crecer y a pelear para un nuevo día, lleno de esperanza e infortunios pero siempre digno de vivir por que él está a mi lado.
Como les dije, acabo de llegar, estoy volviendo a mi hogar.-

miércoles, 5 de enero de 2011

La Fecha

Dato importante que muchas veces olvidamos, pero ojo, no la fecha que estamos viviendo, por que cualquiera que esté cerca nos dirá que día es, sino la que hemos vivido, aquella que señalará en el tiempo, el día exacto en que nos decidimos a dar el primer paso, el momento temporal que marca el antes y el después, ese intervalo de veinticuatro horas donde nuestra mente piensa a mil y que de pronto en un momento que no podemos ni imaginarlo, ni manejarlo decimos "ya es hora", los engranajes se mueven y tomamos las riendas de nuestras vidas como si esta fuera un caballo salvaje que ya es hora de domar.
Todos tenemos fechas importantes, por ejemplo el día que decidimos salir a buscar trabajo, cuando nos levantamos de la cama luego que el mundo entero nos aplastara, cuando ya fue hora de dejar un amor atrás para que no nos hiciera más daño o el día en que decidimos abrir nuestro corazón, a la única e indescriptible sensación de amar y ser amado, con la incertidumbre innegable de no saber que va ha pasar, pero la seguridad absoluta de que estamos dispuestos a averiguarlo, cuantos han vivido esto último... y cuantos por cagones no lo han hecho. Pero cuidado, esto no lo digo desde la soberbia, sino desde la desilusión, desde la tristeza, por que: Amigo, amiga, no sabes lo que te estas perdiendo, no tienes idea de cuan plena sentirías tu vida.
Muchos pondrán quejas y dirán que el amar es complicado, que el estar con alguien es difícil, que mi familia opina esto o aquello, que mis amigos no le aceptan, que es gordo o su billetera es flaca, pero mis queridos alguno ha visto detrás de sus ojos el encanto que oculta, se han dado cuenta como reacciona eléctricamente su cuerpo al tacto con el otro, que vuestros ojos brillan al mirarle, que es imposible no suspirar al menos una ves al día cuando se acuerdan de esta personita... entonces no teman, dejaos llevar, abrasen ese sentimiento tan fuerte y no lo dejen ir, por que cuando los años pasen y recuerden ese día, no se arrepentirán, y ese día será único, invaluable, y cada período de trescientos sesenta y cinco soles volverán a rememorarlo y sentirán la misma emoción, la misma ilusión que tuvieron cuando desidieron emprender ese viaje, primer viaje en el que dirán: "Se con quien hacerlo". Ese día, esa fecha, será un dato que nunca olvidarán.-
A quién se animó a emprender este viaje conmigo Gracias.

martes, 4 de enero de 2011

Hace mucho tiempo

Hubo una época hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo, donde siendo niño mi vida comenzó a dar sus primeros pasos o yo comencé a dar mis primeros pasos en la vida, léase como más le plasca, he de comentar también para poner al lector al tanto que aun soy chico aunque la mayoría cree que soy grande. Como les iba diciendo, en ese tiempo que era tan perfecto mi edad era muy corta, el tiempo parecía no pasar, el miedo que paraliza no existía, y uno simplemente podía ser, los días se dividian en horas, y estas se diluían en actividades como ver televisión, ir a la escuelas, jugar con barro y autitos, los únicos temores eran el monstruo bajo la cama o hacer ruido en la siesta por que me hacían cagar lo que no dejaba descansar a mi papá, pero todo pasaba sin apuro, con parsimoniosa lentitud dejandonos disfrutar cada momento.
Quien les habla para ese entonces ya dialogaba en ingles, un ingles fluido y comprometido, sobre todo comprometido en que nadie lo entendiera, y era mi vecino don Partucci quién se divertía en escucharme  y por supuesto como el ya era grande y se había olvidado de hablar en ingles yo le traducía,  farfullaba inteligibles sonidos emulando un idioma que luego traducía en oraciones tales como "que bueno que es don Partucci" o "tengo ganas de comer chupetines", comprenderán que cualquiera de estas dos expresiones hechas a los 6 años con mis redondetes cachetes y mis apabullantes charlas ante los ojos de mi vecino me validaban a una moneda para satisfacer mis instintos más bajos... un caramelo o un chupetín, por Dios, que delicia, hoy sigo comiendo esas cosas pero ya no son tan deliciosas, ya no saben a cariño y resguardo, ya no dan sensación de libertad y comprensión, ahora... ahora tan solo es azúcar con sabor a apuro y desilusión mezclado con tabaco y smog.
No crean que mi intensión es crear una escena barroca llena de claroscuros, simplemente el viaje hacia adelante indefectiblemente nos lleva hacia atrás, al inexorable mundo que vivimos y que nos olvidamos de recordar en pos de seguir viviendo para más tarde volver a olvidar.
Pero no crean que esta fue una época apoteótica, también tubo sus tragos amargos, que hoy me doy cuenta el cariño de mis padres y su incesante buscar en ser mejores mitigaron cualquier dolor y sembraron en mi corazón la semilla del amor y grabaron en mi mente el jugar con alegría, el reír con pasión.
Bien, los dejo, me voy a trabajar, volveré a la loca vorágine del hacer diario para poder olvidar lo que fue el día de ayer y pensar en todo lo que me queda por hacer mañana... naaaa, mejor me voy a tomar mate.

El comienzo.

Como se entiende y se ha practicado en algún momento por todos... el comenzar siempre es "complejo" y decimos complejo por no decir que es una cagada, aun cuando es algo que nos encanta o creemos que nos va a encantar por que ya hemos hecho otros, ejemplo un viaje. Pero que embole, primero decidir donde, luego cuando, después cuanto vamos a gastar y por último "con quién", que tendríamos que a este último dedicarle un blog entero que podríamos titularlo "con quien mierda me voy de vacaciones".
En fin, saliendo de todo esto estábamos charlando sobre el comenzar, el primer paso hacia emprender algo, ese movimiento único e irrepetible que nos llevará más allá de lo imaginado, ese primer accionar al que muchas veces tardamos tanto en darle vida... y es desde este punto donde hoy, ahora, en este preciso instante los invito a viajar, y como si de un juego intrincado de palabras que se repiten una y otra ves les digo "comiencen", y les doy un consejo "háganlo con miedo", pero ojo, ese miedo que sirve para ser precavido, no con el pánico que nos paraliza, que nos anula y que antes de que levanten la patita ya la arrastraron hacia atrás con la sensación de que adelante solo hay un gran hueco donde pueden caerse y lo irónico del caso es que el hueco no está adelante, sino atrás, y cuando nos enganchamos en él no podemos seguir más. Y a esa hondonada es a lo que se conoce como rutina, pedorra y siniestra rutina que no hace otra cosa que no hacer nada, sino embotarnos y aplastarnos en el ir y venir sobre el mismo caminito que ya hemos recorrido un millón de veces, y que seguiremos haciéndolo, sin que nada nos distraiga, volviéndonos autómatas, carceleros de nuestro ser, torturadores de nuestra confianza, aniquiladores de nuestras ganas, de ese movimiento endógeno que nos puede llevar a ser quien deberíamos ser, personas.
Entonces, anímense y den su primer paso, yo por mi lado les comentaré como se dio mi vida y como comencé a vivirla.-